Nuestra historia

Aunque se desconoce el origen exacto de esta comida rápida, todo apunta a que se creó en Perú, pero fue en Colombia donde se popularizó. En el caso de Lanzarote, no se puede hablar de salchipapas sin mencionar a la colombiana Alejandra María Lozano Romero, pionera en el salchipapa en la isla con su negocio Mastik.

 “Yo siempre digo que la salchipapa nació en Lanzarote, porque no hay otra igual en ningún lado del mundo, las elaboramos con productos de aquí”,  comenta Alejandra. 
“Además, yo las hago de una forma muy diferente a como se hacen en Colombia, mi intención era que fuesen únicas, que se diferenciasen del resto”. 
Esta comida compuesta por salchichas, papas, pollo desmenuzado, queso fundido, salsa de piña, ketchup, mayonesa y guacamole alcanzó un éxito rotundo en Lanzarote desde su introducción en 2009 por el negocio de comida rápida Mastik, aunque sus inicios no fueron nada fáciles.

Un carro de perritos calientes y una freidora rota


La madre de Alejandra tenía un carro de perritos calientes en la antigua calle Real y, como les iba relativamente bien, decidieron abrir un nuevo puesto en la rotonda del Recinto Ferial de Arrecife, frente al Cabildo, en 2009.

La joven se encargaba de este segundo puesto durante los fines de semana, aunque al principio no tuvo la misma acogida que el de su madre, por lo que hubo muchos días en los que incluso tenía que donar la comida sobrante. “Había días en los que solo vendía dos perritos diarios”, cuenta la fundadora. “Yo me negaba a tirar la comida y, como al final son productos que caducan rápido, prefería llevarla a Cáritas”.

Sin embargo, esto no le frenó a la hora expandir su negocio. Tras solicitar muchos permisos, le concedieron la licencia para situarse en la explanada del Recinto Ferial y, desde ahí, todo empezó a cambiar.

“Kalise nos dejó una caseta pequeña para vender helados, así que aprovechamos y vendimos nuestros perritos también allí”, explica. “Los beneficios eran mínimos, la mayoría se iban en pagar los impuestos y la luz, pero no me di por vencida”.

Al ver que el negocio no iba todo lo bien que debería, decidió vender un producto que triunfaba en su país, pero que todavía no había llegado a Lanzarote, la salchipapa. “Hice una en mi casa, se la di a probar a mi familia y todos quedaron encantados”.

La familia compró una freidora casera, la llevaron a la caseta y se pusieron manos a la obra. Su intención era dárselas a probar a la gente conocida, pero al día siguiente de empezar a hacer el nuevo plato la freidora ardió.

“No creíamos que fuese a tener tanto éxito, así que tuve que pedirle dinero a mi madre para comprar una freidora nueva, que seguía siendo pequeña, pero era lo que nos podíamos permitir”.

La feria de San Ginés como punto de partida


Alejandra decidió lanzar la salchipapa en el verano de 2010, con la llegada de la feria de San Ginés, ya que la afluencia de clientes iba a ser mucho mayor.

“Nuestra gran sorpresa fue la espectacular acogida que tuvo entre los jóvenes”, apunta. “Las colas eran impresionantes para comprar este nuevo producto, pero conseguimos sacar el trabajo adelante, aun con una mini freidora. Dios es fiel cuando uno se esfuerza y es valiente”

Mastik, un negocio consolidado en Lanzarote


Con el paso de los años, y algunos ahorros, sustituyeron aquella caseta de Kalise por una caravana propia. El día estrella de la semana en aquella época eran los viernes, ya que decenas de jóvenes se reunían en el Recinto Ferial para pasar el rato y comerse una salchipapa.

Además, también fueron comprando herramientas industriales que les permitían ahorrar tiempo y mejorar el servicio como, por ejemplo, una ralladora de queso industrial. “Parecerá una tontería, pero para nosotros fue un gran cambio, ya que al principio rallábamos el queso manualmente, dejándonos muchas cicatrices”, explica. “Hasta entonces, todo era manual”.

Finalmente, en 2012 abrieron un local en la calle Ortega y Gasset, que complementaba a la caravana de la explanada, aunque el local no duró mucho, ya que tuvieron que cerrarlo al poco tiempo por motivos administrativos del dueño.

“Lo cerramos con mucha tristeza, pero como teníamos un gran apoyo de nuestros clientes decidimos intentarlo de nuevo y abrimos un nuevo local”, añade Alejandra. “No teníamos mucho dinero, pero sí ganas”.

Actualmente, Mastik se encuentra situado en la calle General García Escámez 93, en Arrecife, y cuenta con una plantilla de once trabajadores. Su producto estrella sigue siendo la salchipapa, que acapara más del 80% de las ventas diarias, aunque también tienen una gran variedad de platos, que incluyen hamburguesas, bocadillos, arepas y, por supuesto, perritos calientes.

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